viernes, 27 de febrero de 2009

Un video con codigo

Rihanna estaba embarazada



Revistas estadounidenses aseguran que la cantante esperaba a su primer hijo mientras recibió la golpiza por parte de su novio Chris BrownLa revista Star anuncia que la cantante Rihanna estaba embarazada cuando su entonces novio, Chris Brown le puso las manos encima. Si esto fuera cierto, sería un problema más para el joven que ya tiene fuertes problemas con la ley.Esta publicación saldrá a la venta el 9 de marzo próximo y en ella se publica que Rihanna habría acudido a una revisión ginecológica porque tenía la sospecha de un embarazo, revelaron fuentes cercanas a la publicación.

Amigos de la cantante de 21 años también señalaron a Star que Rihanna temía estar embarazada por la ya de por sí frágil relación que ésta tenía con Brown. "Ella tenía miedo que él reaccionara mal", dijeron.Un testigo señaló que Rihanna lucía inquieta en su visita al médico.Por su parte, The National Enquirer también afirma que Rihanna estaba embarazada:"¡Oh, Dios mio! ¡Podría perder el bebe!". Rihanna ha dicho a sus amigos que pensamientos horrorosos pasaron por su mente cuando su novio Chris Brown le atacaba brutalmente -ya que ella piensa que está embarazada... Pero cuando ella le dijo a Chris, él no quería hablar sobre ello".Pasados los días, Rihanna quiere recuperar a su novio, mientras que él también quiere solucionar las cosas. Hay quienes dicen que ellos están en constante comunicación telefónica.De cualquier manera tendrán que verse las caras en la corte.

viernes, 20 de febrero de 2009

EL HOMBRE ELEFANTE


La historia de su vida.



El Hombre Elefante es el mutante más famoso de todos los tiempos. Su vida fue llevada al cine en 1980 e incluso el cantante David Bowie la llevó al teatro. Sobre él han corrido toda clase de rumores incluyendo la afirmación de que su esqueleto había sido comprado por Michael Jakcson, pero su esqueleto se encuentra en el Hospital Real de Londres desde su muerte producida en 1890.
¿Por qué el Hombre Elefante sigue asombrándonos tras tantos años? Desde luego su fama no se la debe ni al cine ni al teatro, pues ya en vida fue una leyenda y un ejemplo para el resto de los mortales. Merrick nos enseñó que pese a su horripilante aspecto físico el interior humano es lo más importante. Y que el esfuerzo personal, la dedicación y el respeto a los semejantes son pautas que debemos seguir para comprendernos unos a otros.
Joseph Carey Merrick nació el 5 de agosto de 1860 en Lee Street, Leicester. En el momento de nacer fue un bebe normal, sólo comenzaron a desarrollarse extraños bultos y tumores a la edad de 5 años. Acudió a la escuela hasta los 11 o 12 años de edad. En esa época murió su protectora madre a la que adoraba. El padre volvió a casarse. Su nueva madre y hermanos no lo admitieron con facilidad, así que Merrick se fugo de casa. Sólo volvió tras ser localizado por su padre y convencido de que no le abandonaría nunca.
En los siguientes meses su tío, hermano del padre, fue su mejor amigo. A los 13 años consiguió un empleo en una fabrica de puros. Allí permaneció dos años hasta que la deformidad de su gigantesca mano derecha le impidió seguir liando las hojas de tabaco. La mujer de su padre le hizo pasar malos tragos cuando faltó el dinero que aportaba a la familia, así de Merrick intentó conseguir trabajo como pregonero de mercancías. Ya en esa época su deformidad era tal que la gente no le escuchaba, sino que lo rodeaba horrorizados por aquel ser deforme.
Los médicos de la enfermería de Leicester intentaron ayudarle, aunque sus operaciones y tratamientos sólo resultaron un martirio. Allí permaneció cerca de tres años. Constantemente la gente quería verlo, entonces a Merrick se le ocurrió la idea de cobrar por exhibirse. Escribió a Sam Torr, un director de circo que buscaba novedades para mostrar en su pista. Nada más lo vio comprendió el gran negocio que significaba Merrick. Torr le buscó una habitación en la Posada de la Colmena, propiedad de su amigo Ellis, quien lo trató con aprecio y simpatía. Durante ese tiempo Merrick fue feliz, pues, según sus propias palabras: "Ahora estoy cómodo con lo que antes era incómodo para mí".El siguiente giro a su vida sería protagonizado, en 1884, por un médico de cierta fama en aquel tiempo. Su nombre era Frederick Treves, un cirujano del Hospital de Londres muy interesado por las deformidades humanas. Un día, un colega suyo, el doctor Tuckett, le recomendó que no se perdiera la exhibición del Hombre Elefante que por esos días se encontraba en la capital actuando en el circo de Tom Normon. Visitó la "exhibición de monstruos" pero llegó tarde y habían cerrado. Por esas raras casualidades de la vida, Treves coincidió con Normon en una taberna cercana. El cirujano había visto muchas deformidades en durante su carrera como médico, pero el Hombre Elefante le impresionó y repugnó al mismo tiempo, haciéndole escribir en su diario: "Es el espécimen más repugnante de la humanidad, degradó y pervirtió en su forma". Su profesionalidad superó su repulsión y lo invitó al hospital donde quería analizar sus malformaciones. En este punto se produjo un aparente hecho insignificante que cambió la vida me Merrick; Treves le dio una tarjeta personal para que no le pusieran impedimentos cuando fuera al hospital.
Tras realizar toda clase de exámenes médicos Traves llevó a cabo una conferencia en la Sociedad Patológica de Londres apoyado por sus fotos y notas, intentando conseguir un diagnóstico. Nadie pudo explicar el origen de las terribles deformidades. Merrick fue tachado de incurable y abandonó el hospital. Dos años más tarde el Hombre Elefante viajó a Bélgica, pero su exhibición fue prohibida por las autoridades. No siendo de ningún valor para el circo fue enviado de nuevo a Inglaterra. Poco se sabe de esta fase de su vida. Sumido en la desesperación y una profunda depresión reapareció en la estación de Liverpool. La policía no comprendía sus palabras y estuvieron apunto de enviarlo para ser internado como loco, pero entonces Merrick mostró la tarjeta personal del doctor Treves. Cuando el médico lo vio su aspecto era lamentable y su estado emocional cercano a la auténtica locura. Merrick comenzó a llorar; aquello desconcertó a Treves, el monstruo tenía sentimientos. Pronto, más calmado y acomodado en el ático del Hospital de Londrés, empezó a hablar con su protector, quien quedó impresionado por la afable e inteligente personalidad de aquel ser de físico deformado por la naturaleza.
Treves, junto a su amigo Carr Gromm, publicaron un artículo en el Times pidiendo ayuda y donaciones para el cuidado de Merrick. El auxilio comenzó a llover de todos lados. Muy pronto creció una profunda amistad entre el Hombre Elefante y el médico. Merrick deseaba ir a un hospicio para ciegos donde nadie podría ver sus deformidades.
Sin embargo, en diciembre de 1886 Merrick pudo disponer de su propia casa en las cercanías del Hospital. Allí su mente pudo por fin descansar dedicándose a la lectura y a contestar una increíble cantidad de cartas. Por la noche, cuando nadie le veía, el Hombre Elefante salía fuera de la casa y paseaba solitario por los jardines.
Pese a todo Treves no estaba contento, sabía que su amigo necesitaba hablar con otras personas, especialmente con mujeres que le apartaran de médicos y científicos. Merrick adoraba al sexo contrario y sólo su madre no había mostrado repugnancia al acercársele. Aquello era más patente cada día, pues devoraba, una detrás de otra, las novelas románticas.
Treves preparó una cita con una hermosa viuda. La mujer únicamente tenía que darle la mano y sonreírle. Un plan aparentemente sencillo si no fuera por el horroroso físico de su amigo. Cuando aquello sucedió Merrick comenzó a llorar de emoción. Por primera vez una mujer que no fuera su madre lo había tocado. La historia corrió pronto de boca en boca y el Hombre Elefante comenzó a recibir visitas de muchas mujeres, que deseaban conocer a aquel ser humano tan sensible. No faltó la flor y nata de la nobleza, aunque la más famosa de todas ellas fue la Princesa de Gales, quien le tomó por la mano y habló un buen rato con él. Su visita se repitió en numerosas ocasiones. En una de ellas le regalo una fotografía firmada.
Ese verano Merrick fue a vivir con el guardabosque local. Un hombre que no se asustaba del aspecto de su invitado. Durante mes y medio fue el ser más feliz sobre la tierra paseando y observando las plantas y animales de la zona. De regreso a su casa de Londres la vida parecía sonreírle al sentirse valorado y querido. Entonces ocurrió lo inesperado. Una mañana fue encontrado muerto en su cama.Por las notas de Treves los síntomas parecían de asfixia. Hoy al examinarse el esqueleto la hipótesis más admitida es que se quedó durmiendo sentado en la cama, su cabeza se inclinó de golpe desnucándole.
¿Qué enfermedad padecía el Hombre Elefante?

El propio Merrick alentó la idea que durante un desfile de animales del circo cercano su madre, estando embarazada de él, había sido empujada por la muchedumbre cayendo bajo un elefante. El terror que le causó la experiencia era el origen de sus deformidades. Esta versión fue la que adoptaban los jefes de pista cuando lo presentaban al públicó.Durante años se ha supuesto que Merrick padeció neurofibromatosis, un raro mal todavía conocido como la enfermedad de Hombre de Elefante. Se trata de un desorden genético que afecta a uno de cada 4000 recién nacidos. El primer problema para aceptar esta afirmación radica en diversos síntomas muy concretos de la enfermedad que Merrick no tenía.Recientemente, sin embargo, algunos médicos especulan sugiriendo que Merrick padeció el síndrome de Proteus; más raro todavía y del que sólo se conocen 100 casos en todo el mundo. Una extraña proliferación de las células causa el crecimiento del hueso anormal en el cráneo y en varios tejidos del cuerpo. Aunque, de nuevo, ningún caso conocido es tan llamativo como el del Hombre Elefante. Esta enfermedad se descubrió a finales de los años setenta y, debido a la falta de casos, quedan muchos puntos por aclarar todavía.
Por impensable que nos parezca, nadie sabe con exactitud, después de tanto años, diagnosticar el mal que deformó el cuerpo de Joseph Carey Merrick.

viernes, 13 de febrero de 2009

MITOLOGIA GRIEGA


La mitología griega es el cuerpo de historias pertenecientes a los antiguos griegos que tratan de sus dioses y héroes, la naturaleza del mundo y los orígenes y significado de sus propios cultos y prácticas rituales. Los investigadores modernos acudieron a los mitos y los estudiaron en un intento por arrojar luz sobre las instituciones religiosas y políticas de la antigua Grecia y, en general, sobre la antigua civilización griega, así como para entender mejor la naturaleza de la propia creación de los mitos.

Afrodita/Venus

Es la diosa del amor. Nacida de la espuma del mar de Chipre fecundado por los genitales del Cielo/Urano, arrojado allí por su hijo Crono/Saturno después de haberlo castrado. Afrodita es la "Amante de la sonrisa", "trenzadora de engaños".

Durante el juicio de Paris, nada pudo la majestad de la diosa Hera ni la belicosidad de Atenea frente a su seductora belleza. Fue la protectora de Paris y de Troya, y luego del héroe latino Eneas, el hijo de Anquises y fundador simbólico de Roma.

Es también la fecundidad en la naturaleza vegetal y animal. La lasciva paloma es su ave. Su hijo es Eros-el latino Cupido-caprichoso flechero de dos dardos: uno para los amores felices, para los desgraciados el otro.

Apolo
El dios de la luz, hijo de Zeus y de Latona, nació en la brillante, errática isla de Delos. Se asentó en el santuario de Delfos, tras haber dado muerte a la serpiente Pitón, y estableció allí su principal oráculo como dios de la adivinación y la mántica.

Es también el dios de la música, de la medicina y de la poesía y como tal preside el coro de las nueve Musas,"coronado de violetas", que viven en el monte Helicón. Su más famoso precepto fue una sensata recomendación psicológica: "Conócete a ti mismo".

Ares/Marte

Ares simboliza y es la guerra. Hijo de Zeus y de su legítima esposa Hera, el impetuoso y fornido Ares no conoce el combate amigos ni enemigos, destruye a todos sin distinción. Por eso Atenea, defensora de la guerra justa, detesta al dios de la guerra gratuita.

En ninguna parte de Grecia es bien recibido ni honrado. Es muerte, dolor y destrucción. Algo fanfarrón por sus músculos, obtiene el amor de la bella Afrodita, descontenta de su lisiado esposo, el cojo Hefesto. Cuando los dos amantes fueron sorprendidos en el lecho, sólo las diosas-por pudor-se perdieron el espectáculo mientras todo el Olimpo retumbaba con una risa inextinguible.

Artemis/Diana
Hermana de Apolo, amante de los bosques y de la caza.

Diosa de la virginidad y de los prados no hollados por el pie del pastor, a la que desagrada la sola presencia del varón.

Su más ferviente adorador es el casto y desdichado Hipólito.

Cazadora certera, no duda en castigar a quien osa contemplar su virginal desnudez: eso es lo que le ocurrió a Acteón quien, por su atrevimiento, fue transformado en ciervo y devorado por sus propios perros.

Atenea/Minerva
La diosa Atenea es la inteligencia, y por eso se la hace nacer de la cabeza de Zeus. Es la diosa consejera y protectora de la ciudad y de las instituciones políticas.

Introdujo en el Atica el olivo como símbolo de la civilización, y es también la patrona de los hábiles artesanos.

Su ciudad es Atenas y su templo es el Partenón. Diosa de la guerra justa. Su dúctil carácter cuadra a la perfección con el del astuto Odiseo, ese héroe de múltiples recursos, el artimañero.

Dionisio/Baco
El dios más joven y desenfadado se incorporó al selecto grupo de los Olímpicos en épocas más recientes. Es el dios de la vid y de la yedra, del delirio, del entusiasmo, del éxtasis, de la danza, de la tragedia y de las fiestas. Dos veces nacido (de su madre, Sémele, y del muslo de su padre, Zeus) fue criado por el deforme Sileno.

Los romanos le llamaron Liber: liberador de penas y de prejuicios. Armado con el nada belicoso tirso, su culto conquista Grecia y las tierras de Asia hasta la India, precediendo a Alejandro Magno. A su regreso a Tebas se presenta con el cortejo de sus adeptas bacantes en su ciudad natal, donde asistimos al castigo del impío Penteo. Baco no perdona.

Hades/Plutón

Inexorable e invisible es Hades, dios de la muerte. Nadie ha visto su faz y sobre él caben todo tipo de especulaciones. Son sus dominios las insondables profundidades del Erebo, el lote que le cupo en el reparto, cuando Zeus se hizo cargo de cielo y Poseidón de las aguas. El can Cerbero-perro infernal de tres cabezas-vigila la entrada de su palacio: a todo el que llega le da acogida, y sólo impide la salida a quienes pretenden escapar de los infiernos.

El barquero Caronte( tan celoso a la hora de cobrar el precio por la travesía que los griegos tomaron la costumbre de enterrar a sus deudos con una moneda bajo la lengua para pagar el pasaje a la laguna Estige) le transporta los muertos. Hades es también el rico Plutón: porque la muerte sirve de sustento a la vida. Algunos lo representan con el cuerno de la abundancia (cornucopia).

Hefesto/Vulcano
Hijo de Hera, por quien siempre toma partido cuando ella discute con su marido, Zeus, el rey del Olimpo. Hefestos es el constructor de las sempiternas mansiones del Olimpo, es el dios del fuego, orfebre de las joyas de los dioses y de las armaduras de los héroes.

Espléndida de contemplar fue su labor en el escudo de Aquiles, el hijo de la marina Tetis. Pero su más esmerada obra fue Pandora, la primera mujer. Aunque era físicamente poco agraciado, obtuvo en cambio la mano de la sonriente Afrodita.

Hera/Juno
Es la legítima esposa de Zeus, malhumorada reina del Olimpo. Protectora del matrimonio, es envidiosa y a veces celosa-desde luego, con motivos-de su donjuanesco marido. Nunca perdonó al pastor troyano Paris que pospusiera su belleza a la de Afrodita en el famoso Juicio de Paris.

Odia a las mujeres amada por su marido y a los hijos que de ellas tuvo: bien lo hubo de sufrir Heracles en sus Doce Trabajos.

Hermes /Mercurio
Es el dios mensajero, el que anuncia las noticias, el protector de los caminos y guía del viajero. Hijo de Zeus y de Maya, siendo aún muy niño ya dejó sentir su espíritu inquieto y aventurero: con el caparazón de una tortuga inventó la lira y se la cambió a su hermano Apolo (a quien astutamente le había robado su ganado) por el caduceo o bastón de la concordia.

Protector del comercio y de lo que se pacta en tratos, pasa por ser el inventor de las pesas y medidas usadas en las transacciones comerciales.

Poseidón/ Neptuno
El mar " de amplio regazo" es el dominio de Poseidón, sus profundidades lo cobijan, es también el dios de las aguas continentales. Su sonrisa-como la del mar-es abierta y refrescante, pero su cólera-como la de su hermano Zeus-estremece. Infinitas criaturas habitan sus aguas: las Nereidas de argentados pies, el viejo y multiforme Proteo, las seductoras Sirenas, además de su esposa Anfitrite, hermana de Tetis.

Padre del cíclope Polifemo, odiaba al astuto Ulises, a quien tanto hizo errar por sus marinos dominios mientras regresaba a su patria Itaca después de permanecer diez años en el sitio de Troya.

Zeus/Júpiter
Desde su olímpico trono, Zeus, padre de dioses y de hombres, es el soberano de las alturas,"el que amontona las nubes", lanza el rayo y administra la Justicia. Tan sólo contra el Destino no puede combatir.

Su carácter enamoradizo le llevó a unirse tanto con diosas como con mujeres mortales, por lo que muchas grandes familias pretendieron contar entre sus antepasados con algún hijo de Zeus/Júpiter. En él se da como en ningún otro dios la mezcla de lo sublime y de lo frívolo.